Helveczia es un juego de rol inspirado en las grandes historias de pícaros, aventureros, espadachines y buscavidas de la cultura popular europea. Desde los propios relatos picarescos de la época hasta los cuentos del siglo XIX, pasando por las novelas de espadachines de Dumas o las películas de aventuras ambientadas en la Europa del siglo XVII: todo esto tiene sus influencias en Helvéczia.
Nuestros personajes cometerán grandes robos, participarán en grandes batallas, lucharán grandes duelos, vivirán grandes amoríos, sufrirán grandes tragedias... ¡Y ganarán grandes recompensas!
La ambientación de Helvéczia es una mezcla de historia y fantasía o, se podría decir, una versión fantástica y reimaginada de nuestra historia. Helvéczia se sitúa en el siglo XVII y en una tierra donde en nuestro tiempo se encontraría Suiza. Helvéczia está profundamente inspirada por la historia medieval y moderna de esta confederación alpina. Sin embargo, no solo Helvéczia es distinta a su contraparte histórica: aquí y allá el juego nos habla de una Europa que definitivamente no es la de nuestros ancestros. Los personajes vienen de todas las partes de Europa debido a que Helvéczia es una tierra de libertad y oportunidades. Galantes franceses, afortunados italianos, industriosos alemanes, resolutos españoles o fieros polacos, son ejemplos de las gentes que marchan hacia Helvéczia en búsqueda de aventuras, tesoros y fama imperecedera.
En Helvéczia un soldado puede encontrarse en mitad del campo de batalla con uno de los segadores de la Muerte que ha venido a reclamarlo y, sin embargo, vencerlo con la fuerza de su espada y así poder ver otro amanecer. Un viajero desafortunado puede parar en una taberna donde el mismísimo Diablo está bebiendo con sus amigos mortales, y ser arrastrado a un peligroso juego de cartas en el que se juega su propia alma. Un monje puede encontrarse con que un grupo de ratones uniformados están devorando su preciada biblioteca en perfecta coordinación bajo las órdenes del Erl-Mausköning. Muchas bestias fantásticas pululan por las tierras de Helvéczia, un lugar donde la magia existe, los Santos hablan directamente con la gente pía, y las maldiciones lanzadas al pie del cadalso pueden decidir el destino de reinos enteros.
El sistema es sencillo, más centrado en dotar de libertad a los jugadores que de constreñirlos con interminables listas de reglas situacionales. Sin embargo, no es un sistema simplón y tiene la suficiente profundidad para que todos los personajes resulten distintos entre ellos. Un aguerrido espadachín, un fuerte campeón o un valeroso soldado son personajes muy distintos, pero todos pertenecen a la clase guerrero.
En Helveczia los combates son peligrosos, pero esto es algo que va en ambas direcciones: los PJ harán bien en no molestar demasiado a una turba de milicianos bien armados; pero, a su vez, hasta el más fuerte de los reyes bandidos debería tener miedo de un grupo de aventureros más o menos competente. Todos los personajes son capaces de defenderse, ya que los pícaros y aventureros deben tener un brazo fuerte para sobrevivir a la vida en los caminos. Además, el combate está pensado para ser algo más que un intercambio de golpes: los personajes podrán realizar grandes acrobacias, trucos y tretas para aventajar a sus enemigos gracias al sencillo y elegante sistema de maniobras de combate. ¡No temas columpiarte con lámparas o tirarle tu capa a la cara a tu adversario!