Chariot Race es un juego de mesa de 2 a 6 jugadores, con partidas de 30 minutos de duración. Se trata de una creación de Matt Leacock, autor de títulos como La Isla Prohibida, El Desierto Prohibido o la serie Pandemic.
Chariot Race se ambienta en la Antigua Roma. Los participantes tienen como objetivo convertirse en una leyenda de la arena en su papel de aurigas, en peligrosas carreras de carros. Las masas gritan minutos antes del comienzo de la competición y los caballos se muestran sudorosos y nerviosos. La señal de salida indica que ha comenzado la competición.
Cada uno dispone de un tablero de carro en el que se muestra su velocidad actual, su resistencia, los daños de su carro y el nivel del favor de la Diosa Fortuna. Es en su turno donde lanzan cinco dados especiales con los que gestionar los resultados en base a la estrategia escogida. Éstos crean acciones que pasan por acelerar, frenar o jugar sucio, a través de ataques a los rivales con jabalinas o abrojos o de choques contra otros carros, en un cambio en la línea de pista.
Los puntos de fortuna se utilizan para modificar la tirada, volver a lanzar los dados o reparar el carro. La misión final no sólo pasa por ser el primero en completar dos vueltas, sino por la misma supervivencia. Si un carro es destruido, su jugador será eliminado de la partida.
¿Conviene así correr a la máxima velocidad con la posibilidad de estrellarse contra un muro o limitarla a riesgo de no ganar? ¿Apostamos por una carrera agresiva o tratamos de alejarnos de los otros competidores?