Baby blues
Baby Blues es un juego de cartas en el que los jugadores se convierten en cuidadores de bebés. Cada uno tiene a su cargo un total de cinco bebes, con la misión de intentar que las criaturas de los demás se pongan a llorar. Y ya se sabe. Un llanto acostumbra a ser contagioso, por lo que, a la vez que tratan de fastidiar a los rivales, tendrán que proteger a los suyos.
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Descripción
Baby Blues es un juego de cartas en el que los jugadores se convierten en cuidadores de bebés. Cada uno tiene a su cargo un total de cinco bebes, con la misión de intentar que las criaturas de los demás se pongan a llorar. Y ya se sabe. Un llanto acostumbra a ser contagioso, por lo que, a la vez que tratan de fastidiar a los rivales, tendrán que proteger a los suyos. En el momento en que todos los bebés de un jugador se encuentren llorando, la partida finaliza y se procede al recuento de puntos para designar al ganador.
Tras formar los mazos de rabieta y guardería, comienza el juego. Todos reciben cinco cartas de guardería. Es en su turno donde cada uno podrá llevar a cabo tres acciones opcionales y dos obligatorias. Cuando todos hayan completado su turno, comienza una nueva ronda, con la misma mecánica de juego.
1. Intercambiar una o más cartas con otros jugadores. Acción opcional. El jugador pide una determinada carta y, quien quiera, puede aceptar el intercambio. Está permitido mentir, por lo que la confianza y el engaño van de la mano.
2. Jugar una carta negativa. Acción opcional. Mientras que las cartas rojas se sitúan sobre las cabezas de los niños, con sus correspondientes efectos negativos, las naranjas se descartan tras su uso. Estas últimas sirven para eliminar cartas verdes.
3. Jugar cartas verdes. Acción opcional. Al contrario que la acción anterior, está permitido jugar tantas cartas verdes como se desee, ya sea situándolas en los pies de los bebés propios (una por cada criatura) o descartándolas. Ofrecen ventajas y pueden tranquilizar a los niños rabiosos.
4. Hacer que los niños enrabietados rompan a llorar. Acción obligatoria. Una carta del mazo de rabieta se coloca sobre un bebé tras tener una carta roja encima de su cabeza. Se transforma, así, en un niño enrabietado. Si durante el siguiente turno no se consigue calmarle, se gira esa carta de rabieta para mostrar un bebé llorando. Ya no se podrá hacer nada y se quedará así toda la partida.
5. Robar cartas de guardería hasta tener cinco en la mano. Acción obligatoria. Si no se ha llevado a cabo ninguna acción opcional, el jugador debe descartarse una o más de la mano y robar hasta tener nuevamente cinco.
Las cartas de Baby Blues rojas, naranjas y verdes son el alma del juego, ya que permiten fastidiar a los niños rivales y calmar a los propios. Entre las rojas, encontramos cacas, chupetes perdidos, niños excitados y bocinas. El pañal y el chupete, como cartas verdes, eliminan la caca y al chupete perdido.
Baby Blues se conforma como un juego sencillo y rápido, que parte de una temática humorística. La interacción entre jugadores es constante al jugar una carta negativa sobre otro bebé por turno. Dado que los niños propios también recibirán diferentes objetos que les hagan enrabietarse, es preciso gestionar las cartas de la mano de la forma más eficaz. Conservar un pañal podría evitar un llanto permanente, pero a cambio no dejaría hueco libre en la mano para nuevas cartas.
Gracioso
Es divertido y la temática es muy graciosa. El envío genial, en 2 días tuve el juego en casa :D