Se cuenta que los ciudadanos de la vecina Arkham que transitan por la carretera de Aylesbury, al llegar al cruce de Dean’s Corners, se cuidan muy mucho de no tomar por equivocación el desvío que conduce a Dunwich, pues no desean acercarse por allí. Esta aldea rural situada en el valle del río Miskatonic, en algún paraje perdido al norte de la región central de Massachusetts, en Nueva Inglaterra, permanece envuelta en el misterio. Nadie puede decir con certeza qué le ocurre a Dunwich. Pero, sea lo que sea, está claro que algo inusual acontece allí.
El horror de Dunwich es uno de los relatos icónicos de Howard Phillips Lovecraft. Escrito en 1928 y publicado por primera vez en la revista Weird Tales un año más tarde, está considerado como uno de los textos principales de los Mitos de Cthulhu. Dunwich forma, junto con Innsmouth y Arkham, el llamado Triángulo de Lovecraft. A pesar de que su creador no volvió a usar este lugar como escenario de sus historias (salvo en uno de sus poemas), fue retomado por August Derleth y otros autores en el llamado ciclo de Dunwich. A dicho ciclo se suma ahora Ritos de Dunwich, una antología ideada y dirigida por Rubén Serrano, y realizada desde Nocte, la Asociación Española de Escritores de Terror.