Tempo es un juego de cartas donde la armonía de tu voz, el ritmo y la melodía serán los protagonistas. ¿No se te da bien cantar? ¿No tienes ritmo? No te preocupes, ¡será igualmente divertido! Eso sí, ¡no pierdas el ritmo!
Un jugador será el metrónomo, el encargado de llevar el tempo y repartir las cartas. El metrónomo elige las cartas según su dificultad y las baraja. El metrónomo reparte una carta boca arriba a cada jugador y comienza a marcar un compás (uno, dos, tres, cuatro) repitiéndolo a lo largo de la ronda. Esto marcará el ritmo a seguir.
Después de la primera marca de tiempo (uno, dos, tres, cuatro) el resto de los jugadores cantarán la nota de su tarjeta al mismo tiempo.
Si el jugador tiene una tarjeta (corchea), durará el mismo tiempo que un número del compás 4/4. Una corchea nos hará cantar las dos sílabas en ese mismo tiempo, una corchea de tresillo, tres y una semicorchea, cuatro.
En cada compás, antes del número tres, el metrónomo dará una nueva tarjeta a uno de los jugadores. Éstos tendrán que alternar sus notas a partir de ahora. Para cada número del compás, cantarán una nota.
Si en algún momento, el metrónomo detecta un error, detiene la canción gritando "¡TEMPO!". Todos los jugadores se quedan con su tarjeta con la nota más alta, excepto el que se ha equivocado, que da su tarjeta más alta al metrónomo.
Si nadie se equivoca y todos los jugadores consiguen cantar sus 4 notas durante un compás, cada uno se queda con su tarjeta con la puntuación más alta y el metrónomo no se queda con ninguna. Las cartas restantes se barajan de nuevo y el jugador a la derecha del metrónomo anterior se convierte en el nuevo. El juego termina cuando todos los jugadores han jugado como metrónomo una vez. El que tenga más puntos gana.