Wicked Ones (castellano)
Wicked Ones es un juego de rol sobre un grupo de monstruos perversos que construye una mazmorra. Creáis trampas y otras defensas para mantener el tesoro fuera del alcance de los codiciosos aventureros. Jugáis para averiguar cuánto tiempo lográis sobrevivir contra la inevitable embestida de heroísmo que atraen vuestras fechorías. Sois los villanos, sois los malvados.
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Descripción
Wicked Ones es un juego de rol sobre un grupo de monstruos perversos que construye una mazmorra. Creáis trampas y otras defensas para mantener el tesoro fuera del alcance de los codiciosos aventureros. Jugáis para averiguar cuánto tiempo lográis sobrevivir contra la inevitable embestida de heroísmo que atraen vuestras fechorías. Sois los villanos, sois los malvados.
Descubriréis por qué los monstruos necesitan acaparar todo ese oro, quién construye todas esas trampas y lo divertido que es matar aventureros.
Los monstruos son criaturas llenas de defectos, impulsadas por deseos primigenios. Sin embargo, hay quienes son capaces de mantener a raya sus impulsos más bajos, de unir a otros bajo su estandarte y de centrarse en un plan más amplio. Entre la comunidad de los monstruos, estos formidables individuos son «los malvados». Interpretáis a un grupo de ellos que, entendiendo que la unión hace la fuerza, se han juntado para construir una mazmorra desde cero. Asaltáis las tierras civilizadas, acumuláis tesoro, provocáis el caos, lanzáis rituales oscuros, descubrís objetos olvidados en las profundidades de la tierra, matáis héroes y sufrís las represalias de vuestra maldad, todo ello mientras os esforzáis por ejecutar vuestro plan maestro.
Sin embargo, no sois solo monstruos de fantasía que causan caos y estragos al azar. Los monstruos van y vienen, pero la mazmorra permanece; es lo que les une y les da un propósito. Diseñaréis vuestra mazmorra con detalle a medida que se construye y luego le daréis vida, interpretando diversos acontecimientos, como celebrar una juerga tras una incursión victoriosa, el desastre que supone derrumbarse un túnel sobre vuestros esbirros o el enfrentamiento con los aventureros que se atreven a profanar vuestro santuario.